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UC - Críticas

País: USA.
Año: 2011.
Duración: 123 min.
Género: Drama judicial.

Dirección: Robert Redford.
Guion: James D. Solomon; basado en un argumento de James D. Solomon y Gregory Bernstein.
Producción: Brian Peter Falk, Bill Holderman, Robert Redford, Greg Shapiro y Robert Stone.
Música: Mark Isham.
Fotografía: Newton Thomas Sigel.
Montaje: Craig McKay.
Diseño de producción: Kalina Ivanov.
Vestuario: Louise Frogley.
Distribuidora: DeAPlaneta.

Estreno en España: 2 Diciembre 2011.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años.
Interpretación: James McAvoy (Frederick Aiken), Robin Wright (Mary Surratt), Kevin Kline (Edwin Stanton), Evan Rachel Wood (Anna Surratt), Danny Huston (Joseph Holt), Justin Long (Nicholas Baker), Tom Wilkinson (Johnson), Alexis Bledel (Sarah), Toby Kebbell (John Wilker), Colm Meaney (general David Hunter).

JUSTICIA Y LEY

"La Conspiración" es una película como las de antes, un drama de época con transfondo judicial sobre como la Justicia y la Ley, dos palabras que deberían ir unidas, muchas veces se separan por intereses partidistas o en este caso gubernamentales. La palabra que se me ocurre como mejor definición al film es "añejo" con todo lo bueno y malo que puede conllevar. Lo bueno se refiere a que estamos ante un cine clásico en la forma y en el fondo, que mejora como el whiskey en el armario de la memoria, y lo malo se refiere a que no ofrece demasiadas sorpresas ni nada que no hayamos visto antes.



Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt (Robin Wright), regenta una pensión donde el autor del magnicidio —John Wilkes Booth— y sus cómplices se reunieron y planearon los atentados simultáneos. Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken (James McAvoy), un héroe de guerra unionista de 28 años, accede a regañadientes a defender a Surratt ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su cliente podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su propio hijo, John, el único conspirador que escapó a la orden general de busca y captura. Con el país entero en contra de Surratt, Aiken es el único dispuesto a destapar la verdad y salvarle la vida.



Redford demuestra ser un excelente director que busca el clasicismo perdido en la manera de hacer cine actual, mucho más decantado por el efectismo gratuito y la vertiginosidad de los hechos que en contar buenas historias sin fuegos de artificio innecesarios. Redford rescata ese espíritu clásico que también lleva implícito el cine de Eastwood, para contarnos una historia universal (y real) donde una mujer es condenada por todos antes de ser juzgada y donde tan sólo los nobles principios de un abogado, en un inicio también reticente, muestran cierto respeto a algo tan valioso e irrenuciable como debería ser la presunción de inocencia.



Y es ese clasicismo que va impregnando cada detalle de lo que se nos muestra, desde la sobria puesta en escena a su velada fotografía, el que nos va enganchando casi sin querer a una película cuyo argumento ya nos conocemos de otros relatos, y que sin buscar la emoción fácil consigue convencernos por completo en su propuesta. Parte de culpa también la tiene un reparto extenso y excelente en todos sus personajes, incluso en los más secundarios, destacando un más que convincente James McAvoy como protagonista y la siempre sugerente presencia de Robin Wright.


UC (Daniel Farriol).

TRAILER